Alguna vez has encontrado en tu rostro un grano rojizo y abultado pero sin un punto central .Estos son los que denominamos granos internos o pápulas, una de las principales manifestaciones del acné, que aparecen como inflamaciones dolorosas debajo de la piel y que, a diferencia de las espinillas, no son accesibles, por lo que cuestan un poco más de eliminar.
Aquí te decimos como podrás quitar granos internos, para que desaparezcan rápido y ya no tengas tanto dolor.
1.- Si presionamos dicha inflamación y la intentamos reventar con los dedos, es muy probable que se infecten y queden cicatrices en la piel, por lo que el primer consejo y más importante a la hora de quitar granos internos es evitar presionarlos y tocarlos con las manos. Es necesario llevar a cabo otros cuidados.
2.-La higiene y la limpieza diaria de la piel es básica para tratar este tipo de granos ciegos y evitar que empeoren debido a la acumulación de suciedad y bacterias. Así que lo primero que debes hacer es hacerte con una loción limpiadora que sea antibacterial y específico para reducir la producción de sebo o grasa en la piel.
3.-Después de la limpieza, puedes aplicar sobre el grano inflamado una crema o gel específico para reducirlo y curarlo de forma más rápida. En la farmacia, hay disponibles muchísimos tratamientos tópicos que están diseñados para acabar con todas las bacterias, eliminar las células muertas y desobstruir por completo los poros.
4.-Cuando se trata de quitar granos internos, reducir la hinchazón de este abultamiento rojizo también es clave y muy aliviador. Para ello, hay un sencillo remedio que resulta excelente, tan solo consiste en humedecer una gasa o un paño limpio con agua caliente y colocarlo directamente sobre la zona afectada. Espera unos minutos para que el agua caliente pueda reducir la inflamación, favorecer la drenación del pus y ayudar a eliminar el grano.
5.- La exfoliación sirve para eliminar las células muertas de la piel y evitar la aparición de nuevos granos o pápulas, por lo que será necesario que dediques unos minutos a la semana a esta tarea estética. Eso sí, la zona afectada por este tipo de granos debe ser exfoliada con muchísima suavidad mediante masajes circulares y con la piel ligeramente humedecida.
Cuando nuestro organismo detecta un nivel bajo de líquidos, porque no se haya ingerido suficiente o por haber abusado del sodio, éste activa un mecanismo de defensa y cierra las compuertas para retener todo el líquido que considera necesario para mantener el equilibrio.
Y es por ello que podemos retener líquidos, Pero tranquilos porque afortunadamente hay formas de luchar contra la retención o, por lo menos, tratar de mitigarla. Aquí te decimos como puedes hacerle para corregir este malestar
1.-Evitar los alimentos ricos en sal y en azúcar, llevar una alimentación variada de productos frescos y evitar las grandes cantidades de sal, alimentos como salazones, embutidos, salsas, aderezos, palomitas y algunos quesos -especialmente el roquefort-, es clave. Del mismo modo hay que evitar las comidas muy ricas en azúcares como postres, golosinas o comida rápida.
2.-Suma proteínas a la dieta, hay que comer una buena cantidad de proteínas, pues si estas llegan a faltar en la dieta, se reduce de manera drástica la producción de albúmina, lo que puede provocar la acumulación de líquidos entre los tejidos.
3.-La fruta, se recomienda consumir alimentos que aporten potasio, principalmente frutas como los plátanos, el melón y la sandía; además de verduras como las alcachofas, los berros, las acelgas o la calabaza.
4.-Beber dos litros de agua al día, si el organismo se siente hidratado dejará que los líquidos retenidos sean eliminados. Sin embargo, es fundamental no superar los cuatro litros diarios para no retener líquidos por sobrecarga y fijarse bien en la composición del agua mineral, para no consumir aguas ricas en sodio.
5.-Practicar ejercicio regularmente, caminar a buen ritmo durante 30 minutos puede ser suficiente para mantenerse en forma pero. Debes programar algunas actividades físicas que te ayuden a mejorar la circulación, y en lo posible, debes practicarlas todos los días durante al menos media hora.
Cuando los extremos del pelo se dividen y se resecan, se sabe que el mejor tratamiento es cortar las puntas abiertas. Pero si no quieres reducir nada en absoluto el largo de tus cabellos, hay varios trucos para recuperar la vitalidad de las puntas. Así que no desesperes y sigue estos 5 tips y veras como esas puntas se hidratarán y tu cabello quedar de lujo.
1. Aplica mantequilla en las puntas y cúbrelas con una toalla húmeda y tibia. Deja actuar por 15 minutos y lava. Luego aplica medio vaso de vinagre, 1/2 cucharadita de jugo de limón y 1/2 litro de agua tibia.
2. Esparce en las puntas un toque de aceite de almendras solo o mezclado con un poco de huevo batido y una cucharada de miel. Aplícalo un par de veces cada semana.
3. Aplica un poco de aceite de oliva cada tres días antes de irte a dormir. Y trata de dar un pequeño masaje sobre ellas con las yemas de tus dedos.
4. Utiliza aceite de coco en la zona dañada de tu pelo una media hora antes de cada lavado, en poco tiempo verás cómo tu cabello se nutre y aumenta su brillo natural.
5. Mezcla un plátano maduro con la mitad de una palta, igualmente madura. Muélelos hasta que obtengas un verdadero puré y aplícalo en tu pelo por 15 minutos. Lávalo como regularmente lo haces y espera tres días para volver a repetir el tratamiento y verás en poco tiempo excelentes resultados.
Bañar a tu gato puede ser una misión difícil pero no imposible. La idea es, entonces, que le provoques el menor estrés posible. Y que tú no salgas con demasiados rasguños o mordiscones de la experiencia, claro está. Pero también se conoce que por no querer saber nada con el agua. Este tema puede ser un problema si tienes que bañar a tu gato. Pero aquí te damos algunos consejos para que cuando llegue la hora del baño no resulte lo menos traumática para tu mascota.
1.-Antes de meter a tu minino al agua, asegúrate de que tienes todos los elementos necesarios para su aseo, champú específico para felinos, toallas. Una vez que empieces con la delicada tarea de bañar a tu gato, te será prácticamente imposible ir a buscar algo más.
2.-Elige un momento en que tu peludo ronroneante esté tranquilo. O juega un buen rato con él para que se canse y no oponga tanta resistencia a la hora de decir ¡gato al agua!
3.-No olvides cepillarlo bien antes de mojarlo. Así quitarás más fácilmente todo el pelo muerto o algún nudo que pueda tener.
4.-Si puedes contar con la ayuda de alguien más, que sea de confianza de tu minino, será genial. Mientras la otra persona lo sostiene, tú lo bañas. O viceversa.
5.-Sea cual sea el lugar que elijas para bañar a tu gato, pon algún elemento antideslizante en la base para que el animalito no se resbale y llénalo con unos pocos centímetros de agua tibia.
6.-Cierra bien puertas y ventanas del lugar para evitar que el minino, si se asusta demasiado, intente escapar. Tampoco permitas la entrada de otras mascotas mientras bañas a tu felino.
Ve poco a poco acostumbrando a tu minino a la situación. Puedes incluir algunos juguetes en el agua para llamar su atención, por ejemplo. Si ves que las cosas se descontrolan, no lo obligues. Prueba en otro momento. En caso de que sea necesario bañarlo con urgencia, porque corre riesgo su salud, intenta limpiarlo con un paño húmedo. O recurre al veterinario.
Cuando andamos de carreras y pensamos que ya nada peor puede pasar y nos ocurre lo mas trágico, se nos poncha un neumático y algunas mujeres no sabríamos que hacer. Pero no te angusties lo primero que tenemos que recordar es mantener el carro en un lugar seguro, para que no se deslice al momento de realizar la instalación de la llanta. Aquí te dejamos algunos tips para que logres solucionar el problema.
1. Colocar el carro en un lugar seguro y en una superficie plana. Primero que todo hay que asegurar el carro con el freno de estacionamiento para que no tenga movilidad, ya sea del lado que se vaya a cambiar la llanta.
2. Herramientas, necesitamos que tengas: Llanta de respuesto, una cuña, puede ser un pedazo de madera, una piedra, una llave cruz, gato hidráulico, poner el freno de estacionamiento y colocar la cuña. Si vas a cambiar la llanta delantera. Coloca la cuña en la parte trasera, y si vas a cambiar la llanta trasera, se coloca la cuña en la llanta delantera.
3. Aflojar las tuercas, luego se procede a aflojar las tuercas de la llanta mientras el auto este aún en el suelo. Gírala en sentido contrario a las manecillas del reloj. No quitarlas.
4. Levantar el auto con el gato hidráulico, coloca el gato hidráulico. Por lo general, todo vehículo tiene una parte pequeña en el chasis cerca de la rueda, para poner el gato hidráulico, y ahí es donde se coloca para levantar el carro.
5. Quitar las tuercas y las copas del automóvil. Ya levantado el vehículo, se quitan las tuercas. Recuerda: girar las tuercas en sentido contrario a las manecillas del reloj. Repite este paso con todas las tuercas, después quita las quitas por completo.
6. Se retira la llanta dañada, guárdala en el maletero, para después llevarla a reparación.
7. Se coloca la llanta de repuesto, poniéndola en el centro, luego procede a poner las tuercas, apretándolas de manera moderada. Baja el vehículo. Termina de apretar las tuercas o tornillos con la llave de cruz. Retiras el gato hidráulica. Y listo.
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