¡ Y que me enamoro!

Mosa.
Cuerpo

La radio:  la hoguera de las vanidades a todo lo que da. No importa si es un formato hablado o musical, el asunto es de agenda porque de la letra  "a" a la "z" hay un nombre, una voz y una persona que llena las tardes grises de basuritas en el ánimo de los que hacen la radio.

Aquella  ocasión fue muy especial, no se trataba de amistad por teléfono, watts app, ni correo; la voz que  conoció mi oído derecho, caminaba en tacones por los pasillos de la otrora rokanrolera radiodifusora XEDFFM. Te buscan! se escuchó la voz del operador -  hombre que se encuentra detrás del cristal-  y luego mi primer sobresalto en mi corazón. la canción sonaba en la consola  el ingeniero operador ligaba la segunda rola, así lo indicó el  de los "dedos mágicos"... como enviando mensajes entre líneas: esto conviene, hay que atender el llamado de Xochiquetzal. 

Despeinado dejé atrás el sillón de los locos; despeje mi cabeza de las orejas electrónicas y presto llegué  hasta la doble puerta. El olfato me avisó de la presencia femenina en cueva de leones: morena, radiante, entaconada con una falda escasa de tela; tanta razón había en la cabeza de  mi hermano el de la tornamesa. alucinado solo atiné a decir "ligate dos canciones más, vete al corte, es sábado y no creo que "aquel"  esté con la oreja pegada.

Cara divina, afiladita y muy femenina, estaba ahí adentro, como si de mi oído se hubiera escapado para transformarse en una estructura bien paradita con forma de mujer. "Hola disculpa que te interrumpa quería conocer la cabina, estoy de visita y como te escucho quise venir a saludarte" ¡no te imaginaba así, eres tan diferente !  Que verguenza y  yo sin máscara, emisor frente a receptor, el (mi)  mensaje mediocre y vacilador, no me reponía al operativo implementado por tan bella mujer, burló la seguridad y se satisfizo hasta ponerle nombre a su aventura:  "vengan a conocer al león"

sin embargo...atarantado y olfateando todo a su paso le acompañé a la puerta siguiendo la huella imaginaria de sus zapatillas y atrás  dejé encerradas las letras y la música del entonces reproductor de cd's de la 104.1 "...una mirada bastó / así sucedió / ausentes las palabras mi cuerpo vibró; allí quedaron operador, máquinas y canción.   comencé a volar del nido, primero un refresco; luego fuera de mi jaula hasta más de un kilómetro;  después casi dos horas de camino...y me enamoré.