Las manchas de grasa son de las más difíciles de quitar de los tejidos debido a su gran resistencia. Suelen costar mucho trabajo, mucho más si se secan y penetran en la tela, sin importar el tipo de tejido del que se trate. Sin embargo, esto no significa que no podamos acabar con ellas y dejar nuestras prendas como nuevas, aquí te dejamos una serie de trucos para quitar la grasa de la ropa que pueden servirte de gran ayuda.
1.-Lo ideal es actuar rápidamente y en el mismo momento en el que la mancha de grasa se produce. ¿Cómo? ¡Muy fácil! Coloca un trozo de papel de cocina sobre la mancha, deja que actúe para que la absorba y, luego, finaliza lavando la prenda como lo haces habitualmente pero con agua caliente.
2.-Otro de los mejores trucos para quitar la grasa de la ropa es aplicar un poco de alcohol sobre la mancha. Te recordamos que siempre, antes de utilizar cualquiera de estos remedios, debes informarte si son compatibles con el tipo de tela en el que actúa, ya que podrías estropearla y no poder recuperarla.
3.-El cítrico es un buen ingrediente para combatir la grasa y el jugo de limón es, sin duda, una excelente alternativa. Aplícalo sobre la mancha, déjalo que actúe y que penetre en la tela durante unos minutos. Verás, al finalizar, cómo la mancha de grasa se disuelve rápidamente.
4.-Del mismo modo que el jugo de limón, también puedes aplicar vinagre blanco. Solo debes aplicarlo sobre la mancha y esperar a que actúe, ¡te sorprenderán los resultados!
5.-Si la mancha de grasa está seca, prueba a utilizar la plancha sobre la misma. Caliéntala y seguidamente, espolvorea talco sobre ella. Verás que la mancha sale directamente al raspar la zona. Solo tienes que lavar la prenda como lo haces habitualmente y recuperará su estado original, estando perfecta y lista para ser usada.
Cuando tu bienestar, tu seguridad emocional o felicidad depende de otras personas o de lo que éstas hagan, digan o piensen de ti, entonces muy posiblemente eres una persona con claros síntomas de dependencia emocional.
La dependencia emocional está alimentada por la falta de autoestima y por aquellas inseguridades personales que alimentan la desconfianza, el miedo y la incertidumbre. Debido a todo ello, la necesidad de buscar seguridad y control aumenta de forma exponencial.
Aquí encontraras como superar la dependencia emocional con algunos tips, y puedas poner un alto a esos apegos.
1.-Reconocerla es el primer paso. Nunca podemos solucionar aquello que negamos, ni aquello que no comprendemos. Por lo que el primer paso es reconocer que existe un problema. A veces lo más fácil es culpar a los demás, pero desde ahí nada cambiará. Por eso, tenemos que examinar nuestras relaciones de pareja, familiares o de amistad. Cuando reconocemos un problema podemos comenzar a resolverlo.
2.-Céntrate más en ti. Esto no quiere decir ser más egoísta, sino que te des cuenta de que lo realmente importante es lo que tú pienses sobre ti, y no las opiniones de los demás. Deja de estar pendiente de qué dirán o pensarán los demás; la opinión más importante es la que tienes sobre ti misma. Para ello hay que reforzar la identidad personal y desarrollar una autoimagen valiosa que sea digna de ser respetada y amada.
3.-Comprueba tus reglas. En ocasiones nos encontramos con personas que han adquirido unas rígidas reglas o creencias sobre cómo tiene que ser una relación y sobre cómo tienen que comportarse los demás. Esas creencias personales -en ocasiones erróneas- son una enorme carga en cualquier relación y se convierten en una gran fuente de constantes decepciones.
4.-Asume la responsabilidad de tus emociones. A veces llegamos a pensar que nuestras emociones vienen de afuera, que todo lo que sentimos viene del exterior, pero en realidad nace de la interpretación y el significado que damos a las cosas que suceden en nuestra vida. Por eso, nadie más que nosotros mismos somos dueños y responsables de nuestras interpretaciones y, por tanto, de nuestras emociones.
5.-Aprende a estar bien a solas. La persona con la que más tiempo vas a pasar el resto de tu vida es contigo misma. Por eso, esa es la relación que más debes de cuidar. Si no estás bien contigo, ¿por qué lo van a estar los demás?
Lograr una comunicación efectiva en el trabajo puede ser uno de los desafíos más importantes y una de las claves del éxito en el trabajo. Es importante tener en cuenta una serie de factores a la hora de comunicarse para lograr un equipo cohesionado. Por ello, en te damos estos tips y consejos para mejorar la comunicación en tu equipo de trabajo.
1. Sé claro y conciso
Si tienes que comunicar algo, piensa bien lo que vas a decir para poder decirlo en pocas palabras y aun así, que no quede ninguna duda.
2. La actitud es importante
Estate atento cuando otra persona te habla, y que tu lenguaje corporal diga lo mismo. Mira a los ojos al interlocutor y olvida por un momento el móvil o la tablet.
3. Haz preguntas abiertas.
Tanto si estás hablando como escuchando, incluye al interlocutor o a la audiencia con la que estás compartiendo el mensaje con preguntas abiertas, del tipo: ‘Hay algún punto que os gustaría aclarar?’
4. Habla en positivo
No abras la boca si es solo para hacer una crítica que no sea constructiva. Deja los chismes que aunque te diviertan, solo son dañinos para el grupo.
5. No te excuses
Si tienes que dar una mala noticia, no te vayas por las ramas ni intentes disimularla. Acéptala e interiorízala para transmitirla lo mejor posible y poder empezar a abordarla cuanto antes.
6. Los desacuerdos con los jefes, antes
Si te ves obligado a dar un mensaje con el que no estás de acuerdo, tienes que abordarlo antes. Debes discutirlo con tu superior, pero no con los compañeros a quien tienes que transmitirlo, porque disminuye la comunicación en lugar de aumentarla.
7. Tómatelo con sentido del humor
Aunque estés en el trabajo, las relaciones siempre son más fluidas, más agradables, si cuando sea posible le pones un toque de humor. No cuando estés en discusiones, no cuando se den malas noticias, pero si en la máquina del café.
Son horribles las molestias en los dientes al beber algo frío o al comer un helado. No hay duda, los síntomas son el reflejo de un problema de sensibilidad dental, un dolor transitorio provocado por la exposición de la dentina a estímulos externos como cambios de temperatura, tomar bebidas y alimentos ácidos, cepillarse los dientes demasiado fuerte o rechinar los dientes, entre otros.
Utiliza un gel o una pasta poco abrasiva, usar seda dental para los espacios entre los dientes más cerrados, utiliza un limpiador lingual y cambiar el cepillo cada tres meses y sigue estos consejos.
1.-Evita abusar de alimentos ácidos que pueden desgastar el esmalte del diente, como zumos de frutas, vino, aliños de ensaladas con vinagre y refrescos.
2.-Evita los cambios bruscos de temperatura en las comidas y bebidas.
3.-No introduzcas objetos extraños en la boca que provoquen desgaste en los dientes, como lápices, bolígrafos, agujas…
4.-Utiliza dentífricos y enjuagues bucales especialmente diseñados para ayudar a reducir la sensibilidad dental. Además de aliviar las molestias de los dientes, ayudan a reforzar el esmalte.
5.-En algunos casos el dentista recomienda aplicar un barniz de flúor para proteger tu dentadura. Este método reduce la sensibilidad temporalmente, además de fortalecer los dientes.
6.-Cambia tus malos hábitos. Un ejemplo de ello es utilizar los dientes para un indebido, como para cortar determinados hilos o abrir algún envase.
Las quemaduras de la piel provocadas por el sol son uno de los males más frecuentes. Evitarlas no sólo resulta importantes por los dolores y molestias que ocasionan: en los casos más graves, la prolongada exposición al sol puede acabar en un cáncer de piel o un melanoma.
Aquí te proponemos una serie de remedios para estas quemaduras que se pueden aplicar sin salir de casa. Y recuerda que puedes utilizar protectores solares con un factor apropiado, camisetas y sombreros harán que la incidencia de los rayos UVA y UVB sea mucho menos peligrosa para la salud.
1. Leche
Aparte de fortalecer los huesos, la leche también cuenta con beneficios para la piel. Dos de sus componentes, los ácidos grasos y los ácidos lácticos, tienen propiedades calmantes que alivian el dolor de las zonas afectadas.
2. Yogur
Un producto procedente de la leche, el yogur, también puede ser útil para tratar estas quemaduras: las proteínas que contiene este derivado lácteo ayudan a mantener la piel húmeda. La dermatóloga recomienda aplicarlo y posteriormente, lavar la zona con agua fría.
3. Vinagre
Los ácidos acéticos que contiene el vinagre también resultan de gran ayuda para tratar la irritación de la piel: Te recomendamos preparar una solución compuesta por un litro de agua junto a una cucharada de vinagre. Esta mezcla después se diluye en una compresa que se aplica de forma directa sobre la comezón.
4. Pepino
El pepino sería otra forma alternativa de curar las quemaduras, ya sea poniendo rodajas de este vegetal sobre la piel o pasándolo por una licuadora, obteniendo una crema fácil de extender sobre la irritación. El pepino ayuda a restaurar la piel, además de sus propiedades calmantes.
5. Taninos del té
Los taninos del té, cuya función es sobre todo calmante. Para obtenerlos, se debe dejar enfriar el té en la misma olla donde se haya preparado, para lo que se pueden añadir hielos y así conseguirlo antes.
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