¿Qué son en la actualidad los programas de espectáculos? Vitrinas de las redes sociales de los personajes que se hacen llamar "famosos" porque histriónicamente dejan mucho que desear. La cercanía que proporcionan los portales de videos con el público general hacen que cualquiera pueda ser "el hombre del momento".

Súmele usted la fórmula homogénea del cine, el teatro y la música tan desgastada; sí, es en serio, se convirtió en recurrente y a falta de figuras reciclan a artistas que triunfaron en décadas pasadas adaptándolos a los ritmos de  cantantes de moda; a la representación de obras de antaño y la expectación se centra en saber quién o quiénes serán los nuevos protagonistas para, posteriormente, juzgar si pudieron o no superar a sus antecesores. Y en el cine ahora todo parte de efectos especiales a gran velocidad, quedando en segundo plano las actuaciones y el guión mismo.

¿Quiere enterarse de las novedades de sus estrellas? Abra una cuenta en Facebook, Twitter o Instagram y de inmediato sabrá qué pasa con ellos. Que publicó una bobería, que lanzó una crítica y alguien se sintió vulnerable, que aparece en una foto o video comprometedor, que compartió imágenes en paños menores o desnudos y tonterías por el estilo.

Creo que el prestigio de un artista recae en su trabajo, y que la prensa lo busque por ese motivo, será consecuencia de que el público reconoce su excelente labor y no por escándalos baratos, chismes de lavadero o exposiciones públicas de su ignorancia y desconocimiento de lo que habla.

Eso, creo yo, es lo que puede hallar en los escaparates de la farándula radiofónica, televisiva y escrita porque la baraja de talentos de quiénes hablar es muy pobre. Nos acostumbramos a la mediocridad, a los rostros lindos y a la falta de creatividad que lo reto a que me diga, por lo menos, diez exponentes nuevos que marquen tendencia en el mundo del espectáculo.