Luego entonces

David
Cuerpo

Puedo entender que en un acto altruista la gente que en teoría sabe de lo que habla, emita recomendaciones. Por supuesto que no hay nada de malo en tratar de compartir, desde la experiencia propia, métodos que puedan apoyar a quién lee a resolver un problema que se desarrolle en un supuesto escenario. En lo que no estoy de acuerdo es que te garanticen el éxito si sigues un decálogo de “tips”.

De verdad, no entiendo la necedad de personas que firman los escritos con fórmulas infalibles para todo. Me he topado con casos particulares en los que, con debida delicadeza, leí de inicio a fin y lo único que les puedo decir es que me parecieron ridículos porque no aportan nada. Al contrario, en uno de ellos sentí pena ajena por la redacción de la autora (ya les dije que soy muy incisivo en ese aspecto ¿verdad?). Me la imaginé saltando de una ventana con los ojos vendados tomada de la mano por los Teletubbies corriendo felizmente por la pradera gritando a todo pulmón su frase favorita: “Luego entonces”. “Luego entonces” por aquí, “luego entonces” por allá y una vez más en el párrafo siguiente.

En ese momento me ardieron los ojos y aunque hubiera deseado que  el lagrimeo fuera consecuencia de la contingencia ambiental en la que estamos sumidos desde hace bastantes días, mis oídos me zumbaron y era señal inequívoca de que algo estaba mal. Luego entonces no quise quedarme con la duda y recurrí a mi amigo Google, quien en fracción de segundos me presentó la respuesta que yo estaba buscando:

 

RAE

 

Luego entonces les puedo decir que aquellas personas que afirman tajantemente que si siguen sus instrucciones se verán rodeados por el triunfo, son meros charlatanes. Pues de ser el caso, ellos mismos estarían gozando de esos beneficios y no consumiendo sus neuronas, redactando con las patas, notas desechables que pueden ir directamente al cesto de basura. ¿No lo creen?

Así que el tip que les puedo dar es que cuando se encuentren por ahí algún título con la palabra tip, ni se tomen la molestia de leerlo, pasen a la siguiente nota sin remordimiento alguno. Luego entonces, habrán de agradecerme haciendo comentarios aquí abajo por ahorrarles tiempo, disgustos e infecciones de la mucosa provocados por contingencia ortográfica Fase 1.

Bueno, eso digo yo.