Inquilinos

Claqueta palomera
Cuerpo

Una joven pareja se muda con la finalidad de dejar atrás un incidente que los atormenta todo el tiempo. Sin embargo, en su nuevo hogar tienen como vecinos a sujetos malditos y entidades paranormales.

El rezago como fuente del miedo, los restos de los cultos insanos que tergiversan la fe y se quedan contaminando el piso, los muebles y las paredes, que impregnan el aire y enrarecen el ambiente, que acechan en lo cotidiano y van infectando a quienes entran en contacto con ellos, es la materia prima de Inquilinos.

El guion, autoría de Juan Carlos Garzón y Angélica Gudiño, presuntamente está basado en hechos reales y encuentra su principal virtud en la creación de atmósferas inquietantes a partir de las entrañas carcomidas de la ciudad, haciéndoles lucir terroríficas y hostiles, pero al mismo tiempo extrañamente familiar.

Inquilinos se apunta en la tradición de las casas embrujadas y tiene como protagonistas a una joven pareja que luego de pasar por complicaciones económicas, llega a vivir a un descuidado departamento dentro de una vecindad de Guadalajara, en donde se encuentran con un viejo ropero, aparentemente abandonado por los antiguos habitantes y del que no tienen la llave. La administradora del lugar y el extraño conserje no les proporcionan mayor información al respecto, amén de que parece que ocultan algo.