Farolas inteligentes

El tonto
Cuerpo

Se está implementando una tecnología que transforma el alumbrado público en una infraestructura digital conectada. Y eso ya se lleva a cabo en la ciudad de San Diego, la octava más grande de Estados Unidos y la segunda más importante de California.

Hasta ahora funcionan  unas 2.000 farolas inteligentes que no sólo iluminan el vecindario, sino que además controlan la temperatura, la humedad y otras características del aire. Asimismo, informan de los espacios de aparcamiento disponibles y alertan a la policía local de los coches que están estacionados irregularmente.

La red de farolas se prepara asimismo para recopilar y proporcionar información sobre el flujo no sólo de vehículos, sino también de personas. Actualmente, la ciudad usa modelos de flujo de tráfico para determinar dónde colocar señales de stop, semáforos y calles de un solo sentido, así como también para sincronizar los semáforos.

Lo que pretenden los gestores urbanos con esta tecnología es utilizar los semáforos para despejar las calles a los vehículos de emergencias, así como para restablecer el tráfico una vez pasada la emergencia. Esta tecnología permitiría incluso reducir el número de parques de bomberos, ya que no necesitarían tanto tiempo para llegar a lugares alejados.

También pueden detectar otros sonidos y alertar automáticamente a la policía sobre situaciones peligrosas, al reconocer el sonido de vidrios rotos o un accidente automovilístico, por ejemplo. Y podrán monitorizar las intersecciones y anotar cuándo se recupera el tráfico, información que podría usarse algún día para ajustar las señales de tráfico.