Dicen: Los Celos Son Inseguridad.
Recomendación de fin de semana para toda la juanada que está esperando reunirse con su Dulcinea petacona. Unos regresan a casa después de la semana de trabajo y lo que más desean es sudar al calor de los cuerpos; otros verán a la novia y se les queman las habas por tan siquiera tocarle –en esta ocasión- un pedacito de piel, de esa… que no le da el sol. Los demás en espera de que la pareja les sorprenda con un nuevo calzonie, tanguie o posicione para sentir lo que el cuerpo recibe.
De todo lo anterior se desprende que entre la pareja nace un cumulo de emociones, sentimientos y pasiones que poco a poco se someten al control de la misma: que no le gusta esto; me debo bañar antes; ¡cuidado y volteo a ver al hombre mamá Dolores que cruza frente a sus oclayos! ¡aguas si se te mete la imagen de un nalgatorio en la retina! No andes de baboso; fájate bien la camisa, hasta llegar a la frase: a mí me respetas no me conociste en ningún congal
Se conocen, se toleran y alguna emoción siempre sale a relucir: Los celos ¡lo(S) (E)lotes están caros! Por favor, éste fin de semana todo bajo control y continuamos, no pierda el juicio; no le vaya a pasar como a un viejo amigo de la secundaria: el vaquero, por sus malditos celos cometió una super-defecación, tal fue el celo por su pareja, que ahora ya no vive para contarlo, escuchen la canción por favor.