Una de las ventajas que ofrecen actualmente los servicios de streaming de video como Netflix, Amazon Prime o Claro Video, es que además de poder pausar, adelantar o regresar el contenido, otorgan la posibilidad de consumirlo por mayoreo... Los mentados maratones son cada dia más comunes, mismos que permiten observar y analizar patrones en las diferentes series, peliculas o documentales, lo cual antes de la llegada de estos servicios, resultaba dificil, a menos que tuvieras la coleccion en DVD o videocassette.

Black Mirror, es una serie que tiene un enfoque futurista, distópico y tecnológico. En muchos sentidos te remonta a la versión ochentera de La Dimensión Desconocida, aunque en este caso, para mi gusto, queda un poco a a deber, ya que si bien ambas series se componen de capítulos individuales, los cuales no tienen secuencia y los puedes ver en el orden que te plazca, en Black Mirror estan obsesionados con los drones, las realidades creadas por computadora o paralelas (onda Matrix), así como la ya desgastada idea de que las máquinas toman el control del mundo, lo cual, indudablemente nos lleva a pensar en Isaac Asimov, producciones al estilo de 1984 o Farenheit 451.

Lo anterior no es notorio cuando ves uno o dos capítulos, sino cuando te avientas precísamente un maratón en un fin de semana y súbitamente comienzas a notar las similitudes entre episodios. En uno se trata del ejercito, en otro de unos policias que hacen confesar a un delincuente en una realidad creada para dicho fin en un día ficticio virtual de navidad, y en otro mas, de una niña supervisada por su madre en una tableta, en la cual bloquea todo lo que puede dañarla.

Esta bien producida, no obstante puede llegar a ser demasiado predecible y cliché, como en el caso del capítulo del nerd que genera una realidad alterna con el ADN de los trabajadores que laboran en la misma oficina, quienes se burlan de el a sus espaldas, para lo cual, el nerd, quien resulta ser el jefe, programa un videojuego en el cual, gracias a las muestras tomadas de vasos de café, dulces y demás objetos manipulados previamente por los empleados, se convierte en un tirano, mientras que en la vida real es un ñoñazo de primera, al que la gente evita a pesar de ser el jefe.

Black Mirror es de lo mejorcito actualmente en el catalogo de Netflix, pero en mi opinión, no le llega a La Dimension Desconocida, por ser monotemática y predecible a momentos. No obstante, si padeces insomnio, siempre puedes poner The Crown.

He aquí otra de las "joyitas" originales de Netflix... lo pongo entrecomillado porque ya está pasando la luna de miel con este servicio de streaming, y ahora viene la parte más dificil, que es la del mantenimiento.

Acabo de ver la película: "El Rey de la Polca", basada en la vida de un tal Jan "Lewan" Lewandowski, que en su casa conocen. Tal vez en Estados Unidos haya sido alguien famoso, pero su vida es tan interesante como ver pintura secarse en camara lenta.

Según Wikipedia, es un inmigrante estadounidense de origen polaco, que es interpretado por el sangroncito de Jack Black con sus típicas graciosadas dignas de pre-puberto, mismas que francamente no te generan ni un tercio de risa, a menos que tengas retraso mental.

El protagonista, obsesionado con su idea de tener una banda musical, así como artículos derivados de la marca que va creando alrededor de su persona, genera un esquema piramidal para atraer dinero y pagarle a sus empleados, el cual es apoyado principalmente por gente de la tercera edad, por lo que termina tras las rejas al ser descubierto por el gobierno de Estados Unidos.

Las actuaciones son mediocres, igual que la historia, el guión y el desarrollo de los personajes. Es de esas películas que suelen poner en los autobuses foraneos que no tiene piés ni cabeza y resulta ser una más del montón. Si puedes evítala, no es nada recomendable.

Hoy hace  75 años, nacía en Texas Janis Joplin, la dueña de una potente voz surgida desde las entrañas, que simbolizó la liberación femenina en el denominado "verano del amor", en el corazón de la década del '60.

Esta hermosa  mujer se impuso a partir de una inigualable voz, plagada de sentimiento, capaz de expresar el dolor y el deseo en carne viva, como una prueba cabal de su propia existencia, en donde la discriminación y la soledad eran disimuladas por la devoción pública.

Se creía que había tenido una vida perfecta pero no fue así, solía ocultar  sus demonios internos con un estilo de vida intensa, que incluía alcohol, drogas y una desenfrenada vida sexual.

Su trayectoria marcó el pulso de la era vivida entre 1967 y 1970, con epicentro en la ciudad de San Francisco, en donde la juventud y su estilo de vida, ligado al hippismo, pareció dictar sus normas al resto del mundo y Todos ellos cantaban sus grandes éxitos como "Cry baby"  "Me and Bobby McGee", "Woodstock," entre otras.

El  4 de octubre de 1970 llamó la atención de sus colaboradores, porque Janis no aparecía acudieron  a su domicilio y  la hallaron muerta al lado de su cama, por una sobredosis de heroína.

A pesar de su corta vida, por su prematura muerte, se estableció como emblema del rock y el blues, gracias por tu legado Bruja cósmica

¿Detectas que cuando despiertas tu aliento  es muy malo?

El mal aliento matutino es una condición que afecta a un gran número de personas en todo el mundo, así que no te preocupes no es algo extraño.

Pero hay que recordar que  La boca es una cavidad muy sucia, alberga un sinnúmero de bacterias que son las causantes de infecciones y con esto mismos el mal olor.

Es muy incómodo despertar y saber que no puedes ni abrir la boca porque seguramente saldrá un olor algo desagradable y lo primero que haces e irte a lavar los dientes.

Pero lo primordial es ver la causa que lo está produciendo, si es una higiene bucal ineficiente, alimentos consumidos, fumar o simplemente  tomar en cuenta otros  factores que no tienen que ver con la limpieza ni con la salud bucal y pueden ser  los desórdenes en el organismo, enfermedades en el hígado o riñón pueden que estén desencadenando este problema y no lo sabemos.

Es importante acudir al dentista, lavarse los dientes al menos tres veces al día o después de los alimentos, utilizar enjuague bucal, disminuir el consumo de alimentos con aromas fuertes, dejar de fumar, tener una dieta baja en azucares y  tomar 2 litros de agua simple

No conozco la biografía y obra de The cranberries  la reciente  noticia acerca de ellos,  alertó a mis oídos que algo había terminado; el nombre de mujer que leí  me atrajo y comencé a pensar en México, en  los nombres de las mujeres de mi tierra: Dolores.

Leí más de la noticia y el engranaje de  mi cerebro dio marcha atrás, fui  a los años 90 cuando la voz de Dolores O’Riordan cantante de  The Cranberries se convertía en la banda sonora de la vida cotidiana de ‘Los del salón de clases”. Sin saber nada de The Cranberries ni de Dolores  su canción Zombie  me provocaba  profunda tristeza sin saber lo que decía.

Duele saber que Dolores con  46 años de edad deja éste mundo, al mismo tiempo  reflexioné que la vida es sencillamente  “aquí y ahora” ¿mañana?  ¡Quién sabe! Lugar común no lo sé,  solo entiendo que  dejamos nuestras obras nos inmortalizarán; a lo que te hayas dedicado,  por pequeño que sea tu labor y si lo hiciste con amor, igual y te recuerdan,  tal vez  duela tu deceso  porque fuiste un átomo en la historia de la vida.

Regreso con Dolores y The Cranberries gente de otras tierras;  muy lejos de nuestra nación; de esas calles irlandesas frías y nubladas; me parecía que su canto no tendría que ver en mi existencia, sin embargo en aquellos tiempos, mis emociones decaían al escuchar “Zombie”, y tan solo sabía lo que el locutor anunciaba en el radio “acabas de escuchar a los Cranberries con su éxito Zombie”  y mi “bajoneo” se quedaba   conmigo;  hoy me contesté el por qué:  en algún lugar de éste maltrecho planeta siempre pasaba y pasa   algo no siempre  muy agradable, así sonaba su canción en mi mente.

Quedará el arte de Dolores O’Riordan cantante irlandesa que sin conocerla,  una tarde en el pesero rumbo a la escuela, su canto me produjo  consternación,  y algo me empezó a preocupar  por algo que sucedía en algún lugar y yo ajeno a ello.