Tortícolis

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¿Alguna vez te has despertado con un espasmo muscular tan intenso que apenas puedes girar la cabeza? El dolor de cuello, que afecta a hasta la mitad de los adultos, pero ¿Por qué duele?

El esfuerzo de sostener la cabeza, que pesa de 10 a 12 libras, año tras año hace que tu cuello sea vulnerable a las lesiones. El dolor se puede presentar luego de dormir en mala posición, sostener un teléfono contra tu hombro por mucho tiempo, pasar horas encorvado frente a una computadora, por cargar una maleta pesada, o simplemente los choques automovilísticos por detrás que provocan una lesión por latigazo cervical.

Aquí te dejamos algunos consejos para decirte como tienes que tratarlo, para recuperarte  pronto de esa lesión de cuello.

1.-Aplícalo por 10 a 15 minutos periódicamente durante el primer día más o menos, utilizando una almohadilla térmica, una toalla caliente o una cobija eléctrica, o tomando un baño o una ducha caliente.

2.-Acuéstate de espaldas con una o más almohadas bajo las rodillas y otra almohada pequeña bajo el cuello. Si el dolor de cuello no te deja dormir, un collarín cervical puede ayudar a mantener tu cuello alineado. Pero utilizarlo durante el día puede debilitar los músculos de tu cuello.

3.-Fisioterapia, puede ayudar cuando el dolor es persistente. Llevar a cabo de 1 a 3 sesiones puede ser igual de efectivo que llevar a cabo 5, según estudios realizados. Si lo intentas, habla con tu terapeuta sobre cómo mejorar tu postura al hablar por teléfono o cuando utilizas una computadora.

4.-Terapia conversacional, es un terapeuta cognitivo-conductual puede enseñarte algunas de las técnicas de relajación y reducción del estrés que han mostrado ofrecer alivio a corto plazo para el dolor de cuello.

5.-Finalmente puedes realizar estos dos ejercicios básicos que te ayudaran a soltar tención y relajar el cuello:

Inclina la cabeza a la derecha, intentando tocar el hombro con tu oreja. Sostén tu cabeza suavemente con las puntas de los dedos por algunos segundos. Repite hacia la izquierda.

Intenta bajar tu barbilla hacia tu pecho, relajando el cuello y los músculos de la espalda cada vez que doblas el cuello. Permanece en esa posición por algunos segundos.