Oídos limpios
A muchos nos les gusta hacer su limpieza de oídos, lo encuentran desagradable. Pero lo cierto es que el cerumen de los oídos es una secreción natural con una función muy importante, y limpiarlo no es algo que se deba tomar a la ligera.
El cerumen usualmente no causa problemas, pero si se produce en exceso puede causar un bloqueo que puede causar dolor o causar la pérdida de la audición. Aquí hay algunas formas de limpiarlos.
Agua oxigenada
Agua oxigenada o peróxido de hidrógeno es recomendable para aliviar el dolor de oído y la acumulación de cera que pueda ocasionar obstrucción en el oído.
Debes colocar en un recipiente media taza de agua tibia, y le agregas media taza de agua oxigenada, llenas un gotero con el preparado. Se llena el oído afectado dejándolo actuar por tres o cinco minutos, luego se voltea para que el líquido salga y se enjuaga el oído utilizando agua tibia.
Aceite de oliva
En este caso se sigue el mismo procedimiento anterior, sólo que se utiliza aceite de oliva tibio. Se deja actuar durante quince minutos y te recomendamos que este procedimiento lo realices tres veces diarias durante tres o cuatro días.
Infusión de manzanilla
Para este remedio se utilizan dos cucharadas de flores de manzanilla y un vaso de agua. Debes preparar la infusión y dejar reposar hasta que esté tibia. Luego se cuela muy bien.
Antes de aplicarse, se colocan tres gotas de aceite de oliva dentro del oído y se deja actuar durante cinco minutos, luego se enjuaga el oído con la infusión que acabamos de preparar, utilizando un gotero o una jeringa.