¿Quién es más animal?

David
Cuerpo

La evolución colocó al ser humano un peldaño más arriba que los demás animales, teóricamente, porque nos erigimos como seres pensantes con gran inteligencia. La relación con otras bestias jamás se ha perdido, tanto así que aprendimos a domesticarlas, en un principio, para nuestro beneficio y más tarde, por mero capricho. 

Les nombramos mascotas, las llevamos a nuestro hogar y le asignamos un rol de compañero, de vigía, de protector, de diversión, de entretenimiento y posiblemente algunos más que se me escapen de momento. Entendimos que biológicamente existían diferencias muy marcadas y por eso requerían de condiciones especiales para su cuidado. Hasta ese momento no se daba la transgresión entre amo y mascota.

Posteriormente, se vino una ola enorme de personas que luchaban por los derechos de los animales con la finalidad de que estos seres no sufrieran de maltratos por parte de los humanos, ya que decían, las pobres fieras no tenían manera de defenderse y sí, eso era verdad. Incluso aplaudo sus nobles labores...el problema fue cuando en su afán por brindarles las mejores comodidades posibles se cayó, considero, en la exageración.

¿Saben por qué tienen éxito las películas animadas en las que el reino animal es protagonista? Porque se "humanizan" a los animales, por esa simple razón.

Ahora lugares como centros de relajación, restaurantes y hoteles para mascotas son reales y ya ni se digan accesorios como ropa, zapatos, lentes, gorras y aditamentos excéntricos con el fin de embellecer a sus peludos amigos son la sensación. Es más, algunos locos adoptaron la manía de dormir con sus animales, una práctica antihigiénica, supongo, para ahorrar unos cuantos pesos en casa y cama para sus perros y gatos. Ya ni hablar de aquellas mujeres que se creen con clase y estilo, saliendo a la calle muy altivas portando en su bolso una raza pequeña de perros todos ojones que se asemejan más a un roedor que al concepto de un canino.

En serio, le aseguro que su mascota será feliz con atención, cuidados, amor y respeto. Entiéndalo, son animales, ellos no son iguales a nosotros ni lo serán, por lo tanto, no lo obligue a comportarse como un ser humano porque en su necedad el que terminará viéndose como un verdadero animal será usted.