Hoy no voy a hablar del sol o el mar, ni de juguetes o de cosas felices, solo quiero contarles como me siento pues estoy viviendo un día en blanco y negro, así que no me vengan a hablar de amor porque yo soy un monumento al mal humor.

Cuenta la leyenda que… así comenzó el principio del fin. Se preguntaran de que habla este loco, déjenme remontarme a mi época de estudiante.

Todo comenzó en la Universidad, único lugar donde tratas de dejar atrás la inmadurez para poder convertirte en un esclavo del trabajo, deudas, compromisos y demás. Conocí a una chica la cual jamás imagine que se convertiría en todo y en nada. Se dio una bonita pero peligrosa "relación" la cual lo impedía el hecho de que ella tenia pareja, eso no importo y el cariño que se dio poco a poco se convirtió en un "amor prohibido".

Pasaron los años con altas y bajas, decisiones que en el futuro (hoy) tomarían caminos muy distintos a lo que algún día pensamos, el hecho de que yo conseguiría una relación con alguien mas, la indecisión de ella al poder quedarse conmigo pero que decidió no arriesgarse y quedarse con él, cuestiones que si en su momento no se dieron pues jamás pasarían.

Sobrellevamos todo y poco a poco su cariño se volvía parte indispensable de mi día a día. Hasta el día que con lagrimas en los ojos me dijo: Tome una decisión me iré a vivir con Juan. (su pareja) Mi mundo se me vino abajo, prometimos que trataríamos de no dejarnos de querer pero sabíamos sin decírnoslo que todo seria distinto de ahora en adelante.

Pasaron unos años y salimos de la Universidad  tomando caminos destinos, ella una exitosa en su trabajo (al menos así la veo) y yo tratando de ser lo mismo en el mío. La comunicación cada ves distante por cuestiones de trabajo, ya estábamos en el mundo de verdad, no en aquella utopía llamada escuela en la cual si te equivocabas no pasaba nada y podías repetir una y otra ves sin consecuencias.

Hoy no hay metáforas les seré sincero pues las cosas no salen como yo quiero, como el día en que me dijo que se convertiría en madre, fue un madrazo en mi vida y fue cuando supe que mía nunca seria. A pesar de todo mantuvimos el contacto al tal grado que surgió una nueva llama de amor.

Y es aquí donde comencé a relatar, al día de hoy un nuevo problema pues Diana pasa por problemas como todos, tiene que cumplir como esposa, madre, trabajadora e hija, la cual quiero dejar para que acomode sus ideas, tenga un respiro y se quite de encima una preocupación menos, que vuelva a ser la misma mujer que fue, con esa sonrisa bella la cual alegra con solo verla y esos ojos que jamás me cansaría de ver. Vicente (yo) tratara de acomodar lo que siente, sabemos perfectamente que nuestra "relación" jamás se dará como quisiéramos, quizá nos falte valor para aceptarlo o el miedo que se tiene que si no funciona se vaya a la mierda todo lo que hemos vivido.

El tiempo nos acomodara y si me estas leyendo Diana solo quiero que no te preocupes el día llegara cuando estemos preparados para tomar la mejor decisión. Mientras tanto aquí te esperare.