Educar a mi perro
La convivencia satisfactoria con el perro se basa en gran parte en educar de manera correcta al animal, de forma que acepte órdenes como acudir cuando se le llama o no traspasar los límites que se le imponen. Cuando surgen obstáculos en la convivencia, lo habitual es que se deban a planteamientos educativos erróneos y desconocimiento sobre las necesidades del animal.
Situaciones tan cotidianas como llamar al can para que acuda, conseguir que obedezca cuando se le dice "no" o que camine de manera correcta durante el paseo son los caballos de batalla de muchos dueños y los pilares básicos del manual de obediencia canina. Aquí te dejamos algunos tips para que puedas conseguir un buen adiestramiento de tu amigo canino.
1.-Los perros son rutinarios, utilizan un ritual que repiten siempre. En este sentido los perros son como los bebés: comen y a los pocos minutos defecan. Por tal motivo, una vez que el animal come, esperamos unos pocos minutos y le ponemos la correa y lo sacamos a la calle. Él irá oliendo los postes, caminando por el pasto, la vereda, esquivando obstáculos, y no tardará en encontrar un lugar ideal para hacer sus necesidades.
No olvidemos salir para el mismo lado, hacer el mismo recorrido y esperar que haga sus necesidades. El perro va a ir fijando horarios y lugares y sabrá esperar porque sabe que llegará su momento y su lugar.
2.-Las conductas destructivas o de hiperactividad como es saltarles a las personas, romper cosas o no parar de correr se deben a la acumulación de ansiedad por falta de actividad.
Recuerden que los perros necesitan su momento de juego y de paseo, si nosotros los dejamos por períodos largos dentro de nuestra casa, es inevitable que lleguemos y nos quieran demostrar, mediante saltos, que quieren gastar esa energía acumulada. Si les creamos una rutina de juego y paseo diario por unos minutos, ellos sabrán que su momento llegará y no destruirán nada ni se los notará nerviosos al llegar.
3.-Un perro obedece determinada orden o realiza un truco a través de un estímulo. Es decir, el perro hará lo que se le pida a cambio de algo, que es el premio. Por lo general, las primeras veces se lo entrena con premio de alimento, que es algo muy positivo; después se lo va intercalando con otros premios como son los juegos y las caricias. Es decir, a los premios alimentos o premios juegos, se los va intercalando con caricias, para que no se acostumbren a responder solamente a un premio de alimento.
4.-Su recipiente de comida es sagrado y debemos respetarlo. Nunca te acerques a él cuando está comiendo, en ese momento y en ese lugar no existen las jerarquías y puedes llevarte una merecida mordida; no será por tener mal carácter, será por la lógica de defender lo suyo, así como te cuida a vos cuando te defiende de terceros.