Doble "V"

David
Cuerpo

Que mal juega el América, van seis jornadas y el equipo luce sin cohesión. Vergonzosas resultan las declaraciones de Ricardo La Volpe al final de cada encuentro en donde el discurso sigue por la misma línea: agentes externos son los culpables de los malos resultados. Su falta de autocrítica ha colmado la paciencia de la afición azulcrema al grado de recibir gritos el sábado pasado en el Estadio Azteca de "Fuera La Volpe".

El panorama no luce nada alentador de cara al clásico nacional pues las Águilas van en calidad de doble "v", sí: de visitantes y de víctimas porque Guadalajara ha demostrado que domina un estilo de juego con el sello del argentino Matías Almeyda; llegadas por los costados y eso que llaman "volumen de juego" para ofender al rival. Si no pregúntenle al Atlas en el clásico tapatío, que estaba siendo barrido en el Estadio Jalisco por unas furibundas chivas. 

El pecado del Guadalajara es la falta de contundencia en la zona de definición, un bálsamo para Marchesín que ha recibido goles a diestra y siniestra en lo que va de la campaña. De hecho creo que el cancerbero argentino estará muy solicitado durante los 90 minutos y ojalá, por el bien de la afición americanista, salga inspirado como en sus mejores tardes en la comarca lagunera vistiendo los colores de Santos. 

Sábado 18 a las 21:06 en Guadalajara: el "lavolpismo" resurgirá o terminará por demostrar que es un mito al cual muchos todavía se aferran. Yo opto por lo segundo, es más, creo que Richi saldrá con una formación timorata cediéndole la iniciativa al conjunto local y tratará de aguantar en media cancha para cortar los circuitos de los rojiblancos. Las posibilidades del América se materializarán si Renato Ibarra y Cecilio Domínguez pueden perforar el muro defensivo de las chivas con su velocidad y desequilibrio para enviar centros o intentar llegar al área chica quitándose rivales de encima.

Si es amante de las apuestas y de las quinielas, póngale local o empate porque ahora sí no creo que el viento de la Rosa de Guadalupe sople tan fuerte como para llegar a tierras tapatías.