Así nos ven

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En 1989, cinco adolescentes fueron obligados a confesar una horrible violación en el famoso parque de Manhattan, y luego fueron condenados falsamente a pesar de la falta de evidencias físicas. Pero mientras los cuatro niños más pequeños, Antron McCray, Kevin Richardson, Yusef Salaam y Raymond Santana, cumplieron su condena en instalaciones juveniles antes de ser trasladados a cárceles de adultos a los 21 años, uno de los niños cumplió la sentencia más larga y dura.

 Era Korey Wise, el más mayor de todos que por aquel entonces tenía 16 años, y que acabó cumpliendo una condena de más de 13 años en cárceles muy peligrosas de adultos. En Así nos ven, la exitosa serie de Netflix, es interpretado magistralmente por Jharrel Jerome.

Al ser el único que tenía 16 años, Wise podía ser interrogado sin la presencia de un tutor, lo que lo convertía en el único adolescente al que los investigadores tenían acceso ilimitado. Algo que hizo especialmente vulnerable a su coacción. Wise, como escribió Sarah Burns en su libro The Central Park Five, "tenía problemas de audición desde temprana edad y una discapacidad de aprendizaje que limitaba sus avances en el colegio". En 1989, Wise era un niño amable y leal que no tenía ninguna posibilidad de enfrentarse a algunos de los mejores detectives de Nueva York en una sala de interrogatorios.

La edad de Wise también le llevó a pasar su periodo de prisión preventiva y los casi 14 años de condena en instalaciones para adultos. Estas prisiones eran muchas veces lugares violentos que dejaban al chaval de 16 años y poco más de 1,50 a merced de otros reclusos y guardias abusivos.

Nueva York ha cambiado desde 1989. La infame cárcel de Rikers Island, donde inicialmente fue encerrado Wise, se cerrará en 2026. En 2017, el estado aprobó la ley Raise the Age, que evitar que los chicos de 16 y 17 años sean tratados como adultos. Esto supone que unos 25.000 adolescentes al año, que de otro modo habrían sido juzgados por tribunales penales y enviados a prisiones para adultos, serán llevados ante juzgados de familia y afrontarán programas para menores.

Sin embargo, la ley deja margen para que determinados niños acusados de delitos graves sean tratados como adultos. Hace excepciones para "circunstancias extraordinarias" que incluyen agresiones sexuales violentas del tipo de las que sufrió Meili. Técnicamente, todavía es posible que el estado trate a un chico de 16 años inocente como si fuera un adulto.