Hace unos minutos se presenció el juego de ida de la final  América y Cruz Azul,  el cual fue un duelo cerrado, con apenas un par de emociones, privó la tensión y la idea de salir con vida para el juego de vuelta. Los dos equipos están conscientes  que lo que se juegan es mucho y que había otro partido por delante como para correr riesgos mayores.

El cero a cero dejó con más daño al América que perdió a dos jugadores por lesión y en el tiempo agregado el travesaño evitó el gol de Méndez. Será el domingo cuando los goles de una u otra forma definan quien es quien.

Hubo escasos  diez minutos cardiacos, después ambos equipos tuvieron como prioridad inhabilitar y no conceder  ni un palmo de terreno.  Hasta que vino una pelota parada a favor de La Máquina, Aldrete puso el balón en el área, ahí se levantó Julio Domínguez, el central celeste sacó un cabezazo con que puso en peligro la portería americanista  poniendo a la bola en dirección de gol, pero no fue así.

El partido estuvo atascado. Del lado de Cruz Azul, el portero Jesús Corona sacó de arco más veces que todos los tiros de gol de sus atacantes. Su única intervención fue negarle un tiro a su posición que chutó el americanista Uribe. En América, el meta Agustín Marchesín se dispuso a alegrar a la tribuna con un par de salidas arriesgadas.

Finalmente esta historia tendrá un final hasta el domingo, así que los aficionados de ambos equipos se tendrán que quedar en suspenso para ver qué equipo se coronara como campeón de la liga MX