TIO… ¡SOY PAQUITO Y… SOY GAY ¡

Mosa
Cuerpo

 

Jeta book dedicado a puberto y tío que lo acompaña. Siempre he insistido que nos dan miedo las palabras, que somos un  pueblo moralino que manejamos el doble discurso; de la casa para adentro que nada toque a los míos y hacía fuera que se acabe el mundo;  mi abuela (en español) invocaba a los dioses del olimpo de Huayacocotla Ver. Su pueblo natal con menos árboles y más aguas negras que riegan las hortalizas que han de llegar a la boca de los consumidores de la ciudad. ¡Y…eso queeee!

No sé por qué llegaron esas  ideas A mi mente (Yo también tengo derecho a pedir perdón, por mi gazol…no, por mi abruptazo) bueno el asunto es que en este recordatorio de rostros, jetas y acciones nos remontaremos a unas muy peculiares Paquito y su tío Roberto, él profesionista de la psicología, no hay que olvidar que son los hojalateros del alma y por lo menos una vez al año debes de darle mantenimiento o decidir por una buena borrachera, sin llegar a perder el trabajo a arrimarle unos cocotazos al jefe (jajaajajaja)

Sucede que habla Paquito escasos 13 años, estudiante de secundaria  avispado con una voz despierta, dulce: de esas personas que te gustaría que todo el rato te estén  hablando y que hasta las malas palabras pierden su maldad en la boca de ellos. Así recuerdo a Paquito ¡qué bonito chamaco! Así  se antoja traer al mundo una docena de escuincles, no como  los hacemos bien atarantados que no saben ni cruzar la calle, pero eso si con mucho ipad.

En que consiste tu broma mi querido puberto…. Escucha panda quiero plantearle a mi tío Roberto, que tengo un problema de personalidad, estoy confundido con mi sexualidad, él es psicólogo y obviamente  quiero ponerlo a prueba para saber qué opinión personal tiene acerca de mi caso, que consejo me dará y como le afectará por tener un lazo familiar conmigo.

Así o más sencillito el discurso de un pubertín de 13 años, y como dijo aquella mujer sabía en las artes de la sexualidad Doña Anabel Ochoa: Sin medo a las palabras. No había que hacer más, solo  marcar al número telefónico que había proporcionado Paquito y abrocharse al tío; todo era lisito no tenía chipotes el planteamiento, pero cuidado cuando tratas con entes de ésta naturaleza, en cualquier momento te meten en embrollos; así fue el dichoso Paquito se le ocurrió la tempestiva idea de invitar al octogenario del panda a que encarnara el papel de su pareja gay ¡noooooooo!

El horno no está para bollos en éste país cuando tenemos por práctica no hablar con la verdad y siempre manejar el doble discurso. En primera era una necesidad de un curioso preadolescente que necesitaba información y se estaba acercando a un familiar para pedir opinión, en su hogar directamente no contaba con lazos de comunicación estrechos con los padres y menos para plantearles éste tema a manera de broma o vaya usted a saber , lo cierto es que aquí estaba frente al micrófono un curioso de la vida. 

Se corrió el primer ensayo mental y a darle que es mole de olla. Paquito fue atendido a la primera, el tío Roberto muy atento con Paquito ¡como estas! ¿Dónde andas? ¡La escuela! ¡Tus papis! Pregunta y respuesta contundente, un chamaco despierto. Inmediatamente preparó a la víctima: oye tío te hablo para comentarte un problema que me sucede, estoy viviendo una situación que quiero plantear por la confianza que te tengo, ya ves mis papas…

-¿Paquito que te pasa?  Tío Roberto ¡Soy Gay!

La respiración del tío Roberto Psicólogo se hizo profunda y luego vinieron unos segundos de silencio. El tío había mordido el anzuelo;  seguramente su mente estaba recorriendo todos los tratados de Homosexualidad que le habían encargado en la escuela, éste era el momento de aplicar  su experiencia en casos del gusto por la mojarrita en caldo.

El tío Roberto muy impactado por la noticia se concretó a escuchar a Paquito .  No contaba con que el sobrino  traía el diablo adentro;  Así es tío llevo con él unos meses me quiere, tiene atenciones conmigo y me cuida, le amo. Su tío le agradeció la confianza para con él y le comentó que igual y estaba confundido, que se dieran oportunidad para platicar ampliamente del tema, le reiteró que esta situación debería estar tratada con las personas adultas de su familia, primeramente con sus padres. Asimismo el psicólogo aceptó que estaba desconcertado y le lanzó la pregunta ¿estás en casa Paquito?  En este instante Le dio un galón de gasolina a éste pirómano de la vida.

La respuesta de Paquito una  flecha envenenada:  ¡estoy en el departamento de mi novio!  Por la radio sentimos que el tío desvanecía. -¿Él tiene departamento? ¿Qué edad tiene? ¿Por dónde están? ¡Necesito platicar con él! ¡Dime por favor Paquito qué edad tiene, pásamelo, pásamelo!  -Si tío en un momento. Te hablan mi amor -¡Nooo! Vocifero el tío. Buenas noches con quien tengo el gusto: -con Alexis.  Con  voz de borracho  espantó a nuestro profesional de la psique.

Continuaron preguntas y argumentos para entablar diálogo con el tipo. Ya me platico todo Paquito: ¿qué edad tienes?  ¿Dónde están?  ¿Por dónde es eso? necesito platicar con ustedes? ¿Él es un niño entiéndelo? -dame tu dirección para platicarlo ¿a qué horas te puedo ver?

Todas las preguntas tuvieron respuestas concretas: 19 años, en Coyoacán, en mi depa,  Miguel Ángel de Quevedo…; que tienes que platicar, nosotros nos amamos; puedes venir  a las diez.  –Inmediatamente tío contestó ¡Si A las diez,¡

Segundos después reflexionó el  tío Roberto   al  terminar la llamada con  Alexis y le pidió rápidamente a Paquito  que le pasara nuevamente al grandulón de Alexis. ¿Un favor amigo podemos recorrer la plática hoy a las 20:30? la contestación contundente: como quieras, aquí te esperamos pero no va a cambiar nada.

Roberto no lo podía creer y giraba instrucciones a Paquito: Por favor no hagas nada, voy para allá quiero platicarlo contigo, hay una confusión, necesito escucharte; esto no es lo mejor para ti, tu eres un chiquillo mijo, respeto tu preferencia sexual pero esta no es la forma… demasiado preocupado el tío Roberto, quería volar, estar junto a ese pequeño ser indefenso. Sin embargo el infierno de la espera para la cita comenzaba, serían los minutos más lentos en el transcurrir de su  psicóloga vida.

Palabras más palabras menos,  la voz picara  y porque no desmadrosa de Paquito se dejó escuchar: tío solo quiero hacerte una pregunta, -¡si Paquito lo que tú me digas!.. ¿Cómo se oye el Panda Show?  Escuchamos un resuello prolongado acompañado de una frase de alivio para todos los tiempos y sus  problemas… ¡Uffff que bueno que es una broma Paquito! 

Después de esta exposición psicológica de confusiones en la personalidad de un familiar y haciendo caso omiso a Freud y al Sr. Hipócrates;  seguro estamos que la convivencia no sería igual, hubo promesas de acercamiento para  disipar dudas y tratar de procurar la integración familiar para acercarse más a los padres.

 

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