Jueves 20 de julio del año en curso. Doña Julia sonrió como en  sus años maravillosos, como cuando su faldita arriba de la rodilla, se tambaleaba para dejar ver esas frescas corvas . Sus risas tímidas  se transformaron en sonoras carcajadas; la cara antes fruncida, lucía  completamente diferente a la de hace unos meses atrás. La mirada viva como si tratará de gritar ¡esos dientes son míos!  ¡Ojalá se queden pegados hoy para siempre! sin embargo hoy solo fue una prueba de la dentadura superior y la extracción de tres raigones.

Desde ahora Zumpango será pueblo mágico: tierra en donde nacen los dientes,  y donde hay dientes nacen sonrisas y es que así se vivió éste capítulo de Doña Julia Tres dientes.  Alrededor del mediodía de éste jueves 20 de julio, siempre puntuales Pedro, su amorcito y la muchacha chicha de la película choncha: Doña Julia;  al momento de oír la maquinona de la pandanave, abrió el portón improvisado de maderas de desperdicio y comenzó  nuestro recibimiento.

Visita productiva, práctica y contundente. Inmediatamente el sillón se convirtió en la silla de atención;  a falta de lámparas que alumbraran perfectamente, se recorrió la cortina de la ventana y la cobija de los pobres entró como reflector de baile sonidero. La cara de Julita se iluminó y al abrir la boca la energía solar alumbró los tres portillos y raigones ennegrecidos por el tiempo y las  circunstancias.

Dejemos de lamentarnos y cantemos aleluya, Hoy jueves 20 de julio, Julia,  Julita  está reventando de alegría y tiene cuerda para otros trescientos años de sonrisas. Gracias a cada paso y peso que aportaron ¡chido por ser el auditorio más leña!   Ustedes son la neta de la esencia del cuenta conmigo: Compartir es la clave y así lo han hecho.