Fuga de conversaciones

La Chuleta Grupera
Cuerpo

Este miércoles en un tribunal de Nueva York , en donde se llevó acabo el juicio del capo  narcotráfico mexicano Joaquín "Chapo" Guzmán adquirió un capítulo de telenovela, pues se se leyeron comprometedores mensajes cifrados entre el acusado, su esposa Emma Coronel y una amante.

El capo utilizaba un sistema comercial de espionaje llamado FlexiSpy en los teléfonos Blackberry encriptados que entregaba a sus mujeres. Y en los mensajes de texto interceptados y parte de los cuales fueron leídos al jurado, el celoso Chapo, de 61 años, habla de sus negocios de droga con ambas, sobre todo con su amante y socia Agustina Cabanillas Acosta, alias la "Fiera".

Emma Coronel, una voluptuosa exreina de belleza mexicana de 29 años que se casó con el Chapo cuando aún era adolescente, estuvo presente en el tribunal, y escuchó todo sería, sin hacer contacto visual con nadie, salvo con su marido, que la saludó con la mano varias veces.

En los mensajes que mantenía con su esposa, la pareja conversa sobre las niñas, sobre un reloj de 12.000 dólares que el Chapo le regaló y que Emma quiere devolver y sobre un cruce de droga en la frontera en el que está involucrado el padre de Emma.

Mientras tanto con la  la Fiera el Chapo cruzó mensajes que constituyen una seria evidencia en su contra, como la creación de dos compañías, una de fertilizantes químicos en Alemania y otra de cítricos en Ecuador, con la meta de exportar droga a Europa, Canadá, Australia y también a Estados Unidos.