Diario Aprendizaje
En aquel lejano 1985 los la voz y el sudor en la frente, fue de la sociedad civil. Con manos, pala y pico les arrancaban a la muerte a hermanos caídos en la desgracia. Al mismo tiempo dejaron la semilla de la organización popular; Aquellos tiempos cuando el pueblo tomó la calle para planear y saberse empoderado, reaccionar y tomar las primeras acciones tanto para rescatar, exigir los apoyos correspondientes y planear la reconstrucción.
Aquel temblor del 85 no solo movió las capas de la tierra, impactó en la conciencia colectiva y en tres décadas fue el laboratorio mexicano para la elaboración de programas y políticas de prevención; nuevas materias para repasar en la convivencia citadina y nació en la ciudad la conciencia para aceptar y conocer que hacer en caso de sismo.
La tan conocida frase de “no corro, no grito, no empujo” ; la ruta de evacuación, los puntos de reunión, simulacros, alerta sísmica y el que hacer antes y después, así como el surgimiento de las organizaciones civiles de rescate (Topos de Tlatelolco) e instituciones de prevención ( Centro Nacional de Prevención de Desastres ( CENAPRED) y protección civil; fueron el resultado de aquel movimiento telúrico, a partir de aquel evento comenzó, nuestro diario aprendizaje: asumirse como habitante de una zona sísmica, trajo como consecuencias, acarreó información acerca del fenómeno y así evitar más pérdidas humanas.
La respuesta al sismo del pasado martes 19 de septiembre del año en curso, también traerá su paquete de aportaciones, mismas que retroalimentarán esta cultura de la prevención y ya dieron muestras de facilitadores en la lidia con el monstro:
1.-Los jóvenes -creo que hasta por genética- sabían que hacer; esos millennials y sus redes sociales, vaya que ayudaron. Su necedad por estar conectados fue importante para informar.
2.-La responsabilidad de cuidar al prójimo y su entorno. Un botón de muestra, el cariño por las mascotas admirable.
3.-El trabajo en equipo, la toma de decisiones y su dinamismo fue de otro nivel, por lo que es indudable que habrá buena cosecha en materia de propuestas.
En fin, como diría el Mago Septien, decano cronista de la vida misma “Muy bien chavos, felicidades chavos…” no solamente saben hacer memes.